
Todos esos actos comunicativos son un intercambio de información o mensajes a través de un medio que puede ser acústicos, eléctricos, visuales, etc., entre un emisor y un receptor, quienes comparten un código, de manera que el mensaje es codificado por el emisor y decodificado por el receptor que posiblemente comprende los mensajes verbales o visuales que le emiten pero los acomoda a su propia representación signica convirtiéndose entonces este proceso en una desacomodación del mensaje inicial que se quiere transmitir.
Para comunicarnos entonces nos valemos de signos, señales y símbolos, que cumplen diferentes objetivos. La construcción simbólica de cada individuo se enmarca y se representa dentro de una cimentación cultural, rodeada de signos gráficos que le posibilita la comunicación en cualquier medio. Son los signos los que integran un sistema de representación de la realidad, específicos o mezclados a signos de otros lenguajes similares, los que le posibilitan al individuo la comunicación dentro de su propio lenguaje.
Cada sistema posee sus propios signos aunque existen sistemas que, aparte de los propios, tienen necesidad de tomar signos de otros sistemas para elaborar sus discursos. Es así como el lenguaje, entendido como un sistema de signos que cumple una determinada función social, en tanto que signo lingüístico comunica ideas concretas acerca de un referente a través de un código coherente, particular, a un destinatario. Así, toda cultura se estructura, ante todo, en un sistema de comunicación altamente codificado y socializado.
El lenguaje permite nombrar al mundo y condensar el colectivo, permite imaginar mundos alternos cargados de respuestas satisfactorias, y es precisamente el lenguaje con toda su carga sígnica, el que actúa como un “constructor de sentido”.
Vivimos en un mundo de signos construidos desde lo individual y lo colectivo, en el que cada individuo elabora sus propios códigos y su propio sistema de interpretación para compartirlos y reelaborarlos en conjunto, para llevarlos al final a convertirlos en datos culturales.
Es claro comprender entonces que la construcción signica expuesta en el documento, nos lleva a comprender que el ser humano se desarrolla y se contextualiza dentro de una sociedad, pero que a la vez se individualiza para construir sus propios signos y acomodarlos a sus necesidades de comunicación e interacción con los otros.
1 comentario:
Es muy interesante sobre todo en la parte donde habla de los multiples significados que puede tener una acciòn en un contexto particular, cada persona tiene una lectura duferente del mundo en que vive la significaciòn a conllevado a la identidad individual.
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